El mejor equipo de la campaña pasada, campeón de Superliga y Copa, CV Guaguas, llega este sábado a Los Pajaritos tras una temporada «irregular» en varias fases, ya que se ha visto influido por su participación en competición europea, algo que ya no se produce, por lo que cabe esperar que los insulares encuentren ahora también su mejor versión en las competiciones domésticas. Pese a la dificultad del partido, Toribio ve a sus jugadores «con muchas ganas» de afrontar este partido después de nueve partidos imbatidos en casa, por lo que quieren demostrar «que el que quiera ganar aquí tendrá que dar su mejor nivel». Más allá de la tabla, Toribio considera que Guaguas tiene «la mejor plantilla de la competición» y considera que «los grandes equipos están cuando tienen que estar», por lo que no tiene dudas de que los canarios lo harán. «Veremos si los demás somos capaces de meterles mano».Para tener opciones, Toribio espera que su equipo reduzca los errores de saque del encuentro de Palma y la irregularidad, ya que hubo momentos de brillo y otros más desdibujados. Además, asume que «estamos siendo menos contundentes que en otras ocasiones», por lo que esta semana tratará de cambiar aspectos del juego para dificultar la lectura de juego del rival, así como aprovechar que sus jugadores no tendrán presión para «jugar con desparpajo», ya que su equipo «merece» realizar un gran partido, independientemente del resultado. Y recuerda que «es un clásico» del voleibol español, por lo que Guaguas sabe el terreno que pisa.
Salida de Terés
En primer lugar, el preparador vallisoletano ha querido «agradecer su trabajo. Se ha sacrificado mucho por el grupo y quiero darle las gracias», ha comenzado. A continuación, ha calificado de «fracaso personal» no haber logrado trasladar su dinámica de trabajo y «hacer de mi filosofía de trabajo la suya». Algo que lamenta ya que «no me había pasado en 20 años como profesional», ha apuntado. Por último, ha destacado que el club seguirá contando con Terés en otras facetas, ya que «es un puntal del club». «Uno de mis defectos es que soy cuadriculado. Llevamos un año adaptándonos el uno al otro, pero no lo hemos logrado», ha apuntado.
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